Patatones a la brava con taquitos de jamón

Foto tomada en Taberna Pepe Hillo, Barrio del Arenal, Sevilla, en junio de 2011

Foto tirada na Taberna Pepe Hillo, Bairro Arenal, Sevilha, em junho de 2011

El Bar Pepe Hillo, en la calle Adriano, es uno de mis preferidos del centro de Sevilla. A pesar de estar ubicado en pleno Arenal y de ser un fuerte reclamo turístico gracias a su decoración típicamente taurina, siempre ha sabido mantener la cordura respecto a la relación calidad-precio. Las tapas oscilan entre 2,50 y 3 euros, bien asequibles para todos los bolsillos. Además, suelen ser generosas. Su cocina está basada en la gastronomía sevillana tradicional, con una atención especial a los guisos de carne, aunque también son especialistas en chacina y en pescado frito. Mis platos favoritos de este bar son el rabo de toro, el solomillo al whisky y, como recomendación personal, el pincho de pollo al estilo mozárabe. El Pepe Hillo es uno de los pocos bares del casco histórico de Sevilla en los que ir de tapas aún no se ha convertido en un lujo. Altamente recomendable.

Las patatas bravas son una seña de identidad de Madridadalides de lo castizo y lo tradicional. La salsa brava es una salsa picante preparada a partir de tomate, de ahí su color rojo, y cada local tiene una receta propia con diferentes condimentos. Existen innumerables variantes, desde aquéllos que únicamente mezclan ketchup con tabasco, hasta quienes la preparan de forma artesana a la vieja usanza añadiendo incluso especias. En algunos bares también sirven las patatas bravas con ali-oli para evitar que queden demasiado picantes, y esa ración se conoce como ‘braviolis‘. Esta salsa se sirve sobre patatas cortadas en dados de tamaño medio y fritas en aceite muy caliente para que queden crujientes. Las tapas y raciones de bravas son asequibles para cualquier bolsillo, amén de un acompañante ideal para una buena reunión de amigos. Un manjar al alcance de todos.

———————————————————————————–

As patatas bravas são um sinal de identidade de Madridrepresentantes do mais castiço e tradicional da sociedade espanhola, mas sempre no bom sentido da palavra. O molho bravo é um molho picante preparado com tomate, daí sua cor vermelha, e cada bar o cada restaurante tem uma receita própria temperada com diferentes condimentos. Existem inumeráveis variantes, de aqueles que únicamente misturam ketchup e tabasco até aqueles que preparam o molho de maneira artesanal adicionando diferentes especiarias. Alguns bares também sirvem as patatas bravas com molho ali-oli (molho preparado com alho e azeite) para evitar que fiquem picantes demais, e então são conhecidas como ‘patatas braviolis‘. As tapas de patatas bravas são acessíveis para qualquer bolso, além de um manjar ao alcance de todos.

Un comentario el “Patatones a la brava con taquitos de jamón

Deja un comentario